Mateo García, egresado de la carrera de Analista Programador Universitario (APU), compartió sus experiencias y reflexiones sobre su trayectoria académica y profesional. Atraído desde hace tiempo por la programación, García optó por la carrera de APU al no sentirse completamente identificado con la ingeniería, que incluía áreas que no captaron su interés. En su caso, la formación académica formal fue complementada por un enfoque autodidacta, un hábito que ya venía desarrollando desde su paso por el colegio EMDEI.
García finalizó su carrera aprobando la materia "Herramientas Informáticas Avanzadas" de tercer año. Reflexionó sobre las dificultades que presenta una carrera de esta naturaleza, subrayando que algunas materias pueden ser más desafiantes que otras. “Uno debe aprender a sobreponerse al estrés para completar la carrera en los tres años estipulados”, señaló.
Con el título en mano, Mateo reconoce que la próxima etapa es diferente. "Antes, solo ibas a clase y pensabas en qué hacer para la siguiente; ahora se trata de cambiar el chip y prepararse para las demandas del mercado laboral", explica. Actualmente, se desempeña en la empresa Agua Potable bajo un sistema de pasantías, donde tiene la oportunidad de aplicar los conocimientos adquiridos. Su interés se orienta principalmente hacia el desarrollo Front End, especialmente en el diseño de páginas web.
Además, Mateo enfatiza la importancia de la autogestión en el aprendizaje, indicando que no siempre es necesario depender de un profesor para avanzar en los estudios. Sin embargo, mencionó una preocupación recurrente entre sus colegas: la falta de habilidades de comunicación. “Para aquellos que les cuesta o tienen miedo de hablar, recomendaría buscar apoyo psicológico para mejorar la oratoria, porque es algo que falta mucho en los egresados de APU”, comenta. De hecho, sugiere que incluir una materia dedicada a mejorar las habilidades comunicativas sería de gran valor, ya que, en ocasiones, los profesionales no logran identificar adecuadamente los problemas de los usuarios debido a estas limitaciones.
Con estas reflexiones, Mateo García mira hacia el futuro con optimismo, consciente de los desafíos que le esperan en el campo laboral, pero también convencido de que su preparación técnica y mental le permitirá afrontarlos con éxito.